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© Tim Lambon / Greenpeace

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¿Fue Shell cómplice de asesinato?

Por Amnistía Internacional,

El gigante petrolero Shell tiene que responder por su papel en las violaciones de derechos humanos —entre ellas asesinato, violación y tortura— perpetradas por el régimen militar de Nigeria en la década de 1990.

víctima fue el pueblo ogoni, el gobierno de Nigeria emprendió una campaña de terrible violencia contra ella.



que Shell nunca haya tenido que rendir cuentas es un escándalo





unidad de policía paramilitarmató a 80 personas y quemó 595 casas.

Shell solicitaba la intervención del gobierno, y la petición pronto iba seguida de muertes y actos de violencia





una petición directa de Shell había ocasionado violaciones de derechos humanos.


Una niña busca comida entre los escombros después ser desalojada de su hogar en Otodo-Gbame en marzo de 2017 © Justice & Empowerment Initiatives

El jefe del servicio de seguridad garantizó a Shell que el problema ogoni “pronto se acabaría”.











La conducta de Shell equivalió a animar y, en ocasiones, facilitar los terribles crímenes y abusos perpetrados por las fuerzas de seguridad nigerianas en Ogoniland a mediados de la década de 1990.
Amnistía Internacional
el administrador militar creó la nueva Fuerza Especial de Seguridad InternaShell pagó al comandante Okuntimo y a 25 de sus hombres unos “honorarios”. brutales incursiones en Ogoniland, en la que mató, violó y torturó


Esther Kiobel, viuda del doctor Barinem Kiobel lleva 20 años persiguiendo a Shell en relación con la muerte de su esposo, ahorcado en 1995. © AI

ejecuciones de “los nueve ogonis



Un informe describe cómo, en una reunión con el presidente Sani Abacha del 30 de abril de 1994, Brian Anderson planteó “el problema de los ogonis y de Ken Saro-Wiwa”.

“iba a intervenir con las fuerzas armadas o con la policía”.



Conclusión:

conducta de Shell equivalió a animar y, en ocasiones, facilitar los terribles crímenes y abusos perpetrados por las fuerzas de seguridad nigerianas en Ogoniland a mediados de la década de 1990.

Shell siempre ha negado rotundamente estas acusaciones.

Amnistía Internacional pide a las autoridades de Nigeria y de los países sede de Shell, Reino Unido y Países Bajos, que abran una investigación penal sobre el papel de la empresa en las violaciones de derechos humanos perpetradas por las fuerzas de seguridad nigerianas.>

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