- Reconozcan públicamente el papel concreto y significativo que desempeñan las defensoras de los derechos humanos y quienes se dedican a cuestiones relacionadas con los derechos de las mujeres o el género, y garantizar que pueden trabajar en un entorno libre de cualquier tipo de violencia y discriminación.
- Condenen públicamente los ataques y las amenazas contra las defensoras de los derechos humanos.
- Investiguen de forma exhaustiva y creíble las denuncias penales de violencia de género, con arreglo al derecho internacional de los derechos humanos, y garanticen que los perpetradores responden de sus actos. Tales investigaciones deben ser imparciales e independientes y deben ser realizadas por personas con conocimientos de la investigación de casos de este tipo. Estas obligaciones existen tanto si el acto de violencia o el abuso contra las mujeres se comete en Internet como por otros medios.
- Absténganse de utilizar lenguaje que estigmatice, insulte, menosprecie o discrimine a las defensoras de los derechos humanos, representándolas —por ejemplo— como delincuentes, “agentes extranjeros”, terroristas, indeseables o moralmente corruptas, o amenazas para la seguridad, el desarrollo o los valores tradicionales.
- Garanticen que las defensoras de los derechos humanos reciben la protección específica que necesiten contra las amenazas y la violencia por motivos de género que sufran a causa de su trabajo, reconociendo los desafíos y riesgos concretos a los que hacen frente.
- Adopten y apliquen leyes que reconozcan y protejan específicamente a las defensoras de los derechos humanos.
- Revoquen o modifiquen las leyes que pongan obstáculos en el camino de las legítimas actividades de promoción y defensa de los derechos humanos, incluso respecto a los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación.
- Hagan investigaciones independientes y efectivas sobre todas las denuncias fiables de delitos cometidos por milicias y grupos armados.
- Cumplan las promesas de investigar de forma exhaustiva e independiente la muerte de Salwa Bugaighis y las de otras defensoras de los derechos humanos, y de pedir cuentas a todos los responsables.
- Pidan asistencia a tribunales internacionalizados o internacionales o a otros mecanismos establecidos para tratar delitos por motivos de género.
- Las autoridades libias, las organizaciones intergubernamentales y las organizaciones internacionales deben garantizar apoyo y formación adecuados a las mujeres y a las organizaciones de mujeres libias a fin de permitirles participar de forma significativa en la negociación de acuerdos de paz y en otras iniciativas de consolidación de la paz, como el diseño de facilidades y la igualdad en el acceso a recursos, servicios, educación y formación.
- Leyes adecuadas, lo que incluye, en su caso, sanciones penales (con arreglo a las normas internacionales de derechos humanos);
- el desarrollo de la capacidad y la formación de las autoridades judiciales en las leyes pertinentes, la igualdad de género, los perjuicios de la violencia y los abusos, y las mejores prácticas para apoyar a las supervivientes de la violencia y de abusos;
- campañas para sensibilizar sobre la violencia y los abusos, tanto en Internet como en otros medios;
- campañas públicas para promover la igualdad de género y combatir los estereotipos de género;
- inversiones en salvaguardias y servicios públicos para supervivientes de la violencia y los abusos contra las mujeres en Internet.