Esta declaración es una desacertada indicación, que da a entender que los políticos del continente africano pondrán sus intereses por encima de los de las víctimas de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio
Las víctimas de la violencia postelectoral llevan más de cinco años esperando a ver girar los engranajes de justicia tras haber renunciado Kenia a administrarla