Desde que comenzó el conflictose han visto desplazadas más de un millón de personas y 400.000 han huido a los países vecinos. En todo el país, 3,9 millones de personas corren un alarmante riesgo de inseguridad alimentaria y se teme que la hambruna sea inminente
“Todas las partes deben poner fin de inmediato a los ataques contra civiles. Todos los Estados deben suspender las transferencias internacionales de armas a Sudán del Sur hasta que haya garantías de que no van a ser utilizadas para cometer o ayudar a cometer abusos graves.”
La comunidad internacional debe presionar a las autoridades sudanesas para que lleven ante la justicia a quienes hayan cometido graves abusos o violaciones del derecho internacional
Información complementaria
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