“Se trata de una reacción cínica por parte del gobierno. Enmascara la inacción a la hora de abordar el problema básico puesto de manifiesto por el ataque de Peshawar: la falta de protección efectiva para la población civil en el noroeste de Pakistán.”
Entre quienes corren peligro de ser ejecutados se encuentra Shafqat Hussein, que tenía 15 años cuando se cometieron los delitos de secuestro y homicidio involuntario de los que fue declarado culpable.