En respuesta a la noticia de que el senador Lindsay Graham había introducido un proyecto de ley en el Senado de Estados Unidos que prohibiría en todo el país la mayoría de los abortos después de 15 semanas, Tarah Demant, directora nacional interina de Programas, Asuntos Gubernamentales e Incidencia de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Que quede bien claro: este proyecto de ley es una prohibición nacional del aborto y, si se promulga, constituiría una grave violación de derechos humanos —incluido el derecho a la vida, a la salud, a la autonomía corporal y a la privacidad— y de la dignidad. El Congreso debería estar tomando medidas para proteger los derechos humanos; en lugar de eso, el senador Graham está tratando de hacer retroceder aún más a Estados Unidos y atacando los derechos de las mujeres, las niñas y las personas que pueden quedarse embarazadas.”
“La decisión de interrumpir o no un embarazo debe ser tomada únicamente por la persona embarazada, no por los políticos.”
