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Estados Unidos: Deben prohibirse las armas de fuego en los colegios electorales y en sus inmediaciones

REUTERS/Bryan Woolston

Amnistía Internacional pide a todos los gobernadores y gobernadoras de Estados Unidos que prohíban las armas de fuego en los colegios electorales y sus inmediaciones a fin de garantizar la seguridad de los y las votantes, del personal electoral y de la comunidad. La organización advierte de la creciente amenaza de violencia con arma de fuego que enfrenta la ciudadanía estadounidense y de la posibilidad de que los y las votantes sean objeto de intimidación armada cuando se dirijan a los colegios electorales.

Amnistía Internacional ha observado un aumento histórico de la venta de armas de fuego en todo Estados Unidos durante 2020, lo que considera una indicación de riesgo elevado, más la pandemia, el desempleo masivo y el aumento de la violencia supremacista blanca como factores contribuyentes de posibles disturbios.

Los informes indican que hay planes para reclutar a decenas de miles de observadores/as electorales de partidos en los estados disputados, muchos de los cuales irán probablemente armados, lo que agravará la posibilidad de que haya actos violentos y podría desembocar en abusos contra los derechos a la vida, la salud y la seguridad.

Un alto cargo de la administración llegó a instar a la ciudadanía a “comprar munición ” en el periodo preelectoral, después de que el presidente Trump sugiriera enviar agentes de la ley armados a los comicios. La organización advierte de que los y las votantes negros y latinos son especialmente vulnerables a la intimidación armada y pide a los gobernadores y gobernadoras de todo el país que tomen medidas inmediatas para proteger la seguridad de todas las personas cuando estén votando. Estas medidas cautelares protegerían también a decenas de miles de miembros del personal electoral, que ya van a correr un enorme riesgo al presentarse voluntariamente para trabajar en un entorno masificado durante una pandemia.

Las leyes excepcionalmente permisivas sobre armas de fuego de Estados Unidos están echando leña al fuego en un momento muy delicado, al mismo tiempo que las reglas y normas para proteger de la violencia a las personas que participan en las elecciones no son adecuadas”, afirmó Ernest Coverson, director de la campaña No más violencia con armas de fuego.

“Teniendo en cuenta el aumento de las ventas de armas, el reciente aumento de los disturbios y la violencia de carácter político, y la sombría realidad de que hay más armas de fuego que personas en Estados Unidos, los y las estadounidenses tienen más probabilidades de encontrarse frente a personas armadas en su colegio electoral. Hay medidas concretas que las autoridades de cada estado pueden y deben tomar para intervenir.”

Amnistía Internacional formuló las siguientes recomendaciones:

  • Prohibición de armas de fuego en los colegios electorales. Aunque en la mayoría de las jurisdicciones estadounidenses se establece que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley armados deben estar a más de 30 metros de las cabinas de votación, la mayor parte de los estados carece de leyes sobre ciudadanos y ciudadanas particulares armados en los colegios electorales o sus alrededores. La ciudadanía debería estar sometida como mínimo a las mismas normas que los agentes de la ley. Los secretarios y secretarias de Estado de todo el país pueden instituir medidas temporales para garantizar que los colegios electorales se ven libres de la amenaza de la violencia con arma de fuego.
  • Ampliación de los fondos para la prevención de la violencia con arma de fuego en todo el país: En última instancia, la violencia con arma de fuego es una amenaza omnipresente en la vida de quienes viven, trabajan o viajan en Estados Unidos, amenaza que ha aumentado en los últimos meses. Amnistía apoya un aumento significativo de los fondos locales, estatales y federales destinados a programas de prevención de la violencia con arma de fuego, y que se mantengan mucho más allá del día de las elecciones. Desde Baltimore hasta Chicago se ha demostrado que estos programas reducen la violencia, pero, este año, muchos de ellos sufren importantes recortes presupuestarios debido a la caída de ingresos locales, municipales y estatales. Una inversión a más largo plazo en prevención de la violencia con arma de fuego en Estados Unidos mejorará la capacidad de cada persona en este país para perseguir la vida, la libertad y la felicidad.

Amnistía Internacional propugna desde hace tiempo la introducción de reformas legales sobre adquisición, uso y posesión de armas de fuego en Estados Unidos. La organización apoya una serie de medidas para reducir la violencia con arma de fuego, como comprobaciones exhaustivas de antecedentes, normas nacionales para registrar y autorizar armas de fuego, el adiestramiento necesario, la prohibición de recámaras de alta capacidad/armas de asalto, y leyes sobre almacenamiento seguro obligatorio.

“La presencia generalizada de armas de fuego en centros electorales o de grupos armados que tienen como objetivo intimidar a los y las votantes es una amenaza grave a los derechos de todas las personas a la vida, la salud y la seguridad, y a participar en el proceso político sin discriminación ni violencia”, concluyó Ernest Coverson Manager, director de la campaña No más violencia con armas de fuego. Con arreglo al principio de independencia e imparcialidad del Estatuto de la organización, Amnistía Internacional no toma postura sobre las elecciones ni sobre qué candidato debería ser presidente.

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