- Amnistía Internacional documentó restricciones concretas a la libertad de expresión en al menos 101 países, y casos de tortura y otros malos tratos en al menos 112 países.
- La mitad de la humanidad seguía siendo “ciudadanía de segunda” en la realización de sus derechos, pues hubo muchos países que no abordaron los abusos de género. Soldados y grupos armados cometieron violaciones sexuales en Malí, Chad, Sudán y República Democrática del Congo; los talibanes ejecutaron extrajudicialmente a mujeres en Afganistán y Pakistán, y se negó el acceso a abortos seguros a mujeres y niñas embarazadas a consecuencia de una violación o cuyos embarazos suponían una amenaza para su salud o su vida en países como Chile, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana.
- En toda África, los conflictos, la pobreza y los abusos perpetrados por las fuerzas de seguridad pusieron al descubierto la debilidad de los mecanismos de derechos humanos regionales e internacionales, incluso en un momento en que el continente se preparaba para la conmemoración del 50 aniversario de la Unión Africana (UA), que se celebra con una gran cumbre en Etiopía la semana del 19 al 27 de mayo de 2013.
- En América, los procesos judiciales emprendidos en Argentina, Brasil, Guatemala y Uruguay supusieron un avance importante hacia la justicia por violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado. El sistema de derechos humanos interamericano recibió críticas de varios gobiernos.
- Se atacó la libertad de expresión en Asia y Oceanía, con represión estatal en países como Camboya, India, Sri Lanka y Maldivas, mientras que en Afganistán, Myanmar, Pakistán y Tailandia los conflictos armados arruinaron la vida de decenas de miles de personas. Myanmar liberó a centenares de presos políticos, pero otros tantos permanecían encerrados.
- En Europa y Asia Central se eludió la rendición de cuentas por los delitos cometidos en el marco de los programas de entrega dirigidos por Estados Unidos; en los Balcanes, disminuyó la probabilidad de que se hiciera justicia a algunas víctimas de los crímenes de guerra de la década de 1990; por su parte, las elecciones de Georgia fueron un raro ejemplo de transición democrática de poder en un país de la antigua Unión Soviética, ya que los regímenes autoritarios de la región seguían firmemente aferrados al poder.
- En los países de Oriente Medio y el Norte de África donde los líderes autocráticos habían sido derrocados aumentó la libertad de los medios de comunicación y las oportunidades para la sociedad civil, pero también hubo retrocesos, como los desafíos a la libertad de opinión por motivos religiosos o de moral. En toda la región seguía reprimiéndose a activistas políticos y de derechos humanos, incluso mediante encarcelamiento y tortura bajo custodia. En noviembre se recrudeció el conflicto entre Israel y Gaza.
- La pena de muerte siguió retrocediendo en el mundo, pese a reveses como la primera ejecución en Gambia tras 30 años sin ejecuciones, o la de una mujer en Japón tras 15 años.
El mundo es un lugar cada vez más peligroso para personas migrantes y refugiadas
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