La terrible situación en Myanmar es exactamente el motivo por el que necesitamos algo más que un mero enfoque de parches para ayudar a quienes huyen de la guerra y la persecución. Tras verse sometidas a una violencia atroz, incluidos homicidios y la quema de sus poblados, estas personas refugiadas rohingyas se enfrentan ahora a una crisis humanitaria mientras Bangladesh se esfuerza por darles apoyo
La inacción de los gobiernos va de mal en peor
Ya sea la conducta de la UE al condenar a las personas refugiadas al abuso y la explotación a manos de bandas criminales en Libia, o la de Australia al someter a las personas refugiadas a graves daños físicos y psicológicos en sus centros de detención fuera de su territorio, los países ricos han contribuido sustancialmente al alarmante deterioro de los derechos de las personas refugiada
“Por si acaso lo han olvidado, para eso es para lo que sirven las Naciones Unidas.”
Datos de contexto
- A 12 de septiembre, unas 379.000 personas refugiadas, la gran mayoría de ellas rohingyas, habían huido de Myanmar a Bangladesh desde que estalló la violencia el 25 de agosto.
- En 2016, el ACNUR registró 362.000 llegadas por mar de personas refugiadas a Europa.
- En el mundo hay en estos momentos más de 22,5 millones de personas refugiadas. Sin embargo, sólo una pequeña fracción de esta población, que es sumamente vulnerable –por ejemplo, quienes han sufrido violación o tortura–, necesita reasentamiento en un tercer país. Se calcula que este año esa cifra superará los 1,19 millones, justo el 0,02% de la población mundial.
- En 2016 sólo se ofrecieron plazas de reasentamiento a 189.300 personas refugiadas, una diminuta fracción de quienes están en situación desesperada.
- La Cumbre de Líderes sobre los Refugiados convocada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama se celebró en Nueva York el 20 de septiembre de 2016.