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8M: la evolución de la lucha feminista en España desde 1978

Celebrando el Día Internacional de la Mujer, 8 marzo de 1978. © EFE

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¿Cuál es la historia del 8M en España? Orígenes y evolución

Por Mireya Cidón (@mnodic), Amnistía Internacional España,

Durante el franquismo, las mujeres se encontraron en una posición subordinada, con tan pocos derechos que ni siquiera podían trabajar o abrir una cuenta corriente sin el consentimiento de sus maridos.

Fue en 1975, apenas meses antes de la muerte del dictador Franco, cuando se produjo una tímida apertura hacia la igualdad de género con la reforma del Código Civil. La eliminación de la licencia marital en ese año permitió que las mujeres casadas accedieran libremente al mercado laboral, marcando un hito en la emancipación femenina.

El 8M en España: de la primera marcha hasta hoy

Manifestación convocada por la Plataforma de Organizaciones Feministas de Madrid, 1978.© EFE

¿Qué es el 8M y cuál es su origen en España?

La sociedad española comenzaba a vislumbrar la posibilidad de liberarse de las restricciones impuestas durante décadas y abrazar una nueva era de derechos y oportunidades para las mujeres. Este avance no estuvo exento de desafíos ni de resistencias y logró éxitos como el obtenido en 1978 con la primera manifestación autorizada en España por el8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora.

Bajo el lema "Por un puesto de trabajo sin discriminación" la plataforma de organizaciones feministas de Madrid exigió igualdad salarial, acceso a todas las categorías profesionales y formativas y la eliminación de la discriminación laboral. Las mujeres luchaban contra el desempleo femenino y se oponían al trabajo eventual, fenómenos que afectaban considerablemente a este sector de la población. Los datos hablaban por sí solos. En 1978, la tasa de actividad femenina era del 28%, en comparación con el 75% de los hombres, según el Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, el 52% de la población española eran mujeres, con nueve millones dedicadas al hogar, 300.000 en el servicio doméstico y un millón en la agricultura. Solo el 11% de las mujeres casadas trabajaba fuera de casa, revelando la profundidad de las desigualdades arraigadas en la sociedad.

La respuesta de las autoridades a esta manifestación fue contundente. La Policía disolvió la protesta con botes de humo y balas de goma cuando las manifestantes intentaron continuar con ella, pero ni la resistencia policial de ese día ni la tensión de la época pudieron sofocar el creciente deseo de las mujeres españolas de luchar por sus derechos.

En estos primeros años de reivindicación feminista se fueron consiguiendo los primeros grandes cambios en la sociedad española a través de la despenalización del aborto, la libertad y educación sexual, la legalización de anticonceptivos y el divorcio…

El 8M en España: de 1978 a 2024

Numerosas personas participaron en la manifestación celebrada para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 1999. © EFE/Alberto Martín

Con la instauración de los primeros gobiernos democráticos, comenzaron a llegar las primeras victorias a nivel institucional. Una de las más importantes fue la creación del Instituto de la Mujer mediante la Ley 16/1983. Un hito que se alcanzó gracias a la percepción renovada a nivel político y las persistentes demandas expresadas por diversos colectivos durante el periodo de la Transición.

En los años 90 y principios del 2000, las reivindicaciones feministas se centraron en la erradicación de la violencia y los malos tratos contra las mujeres. Con la implementación de la Ley Integral contra la Violencia de Género y un pacto de Estado, la sociedad española se movilizó en una lucha constante contra esta lacra.

Esta legislación fue concebida con el propósito de abordar de manera integral el fenómeno de la violencia de género. Para ello abarcó medidas punitivas, mediante la ampliación de tipos penales y la extensión de la cobertura penal, como acciones destinadas a la sensibilización, prevención, detección, asistencia social y jurídica, así como la tutela institucional y judicial. Su principal objetivo fue la protección de las víctimas, buscando alterar la percepción social de la violencia por razones de género.

Desde el año 2000 hasta el 2016, las protestas del 8 de marzo en Madrid contaron con una participación que osciló entre las 800 personas en el año menos concurrido y las 9.000 en el que más según fuentes oficiales. Incluso durante esos años de agitación, marcados por el Movimiento 15M y consignas notorias como "la revolución será feminista o no será", las manifestaciones del 8 de marzo mantuvieron una presencia modesta. Sin embargo, este panorama experimentó un cambio significativo en 2017, cuando la cifra se disparó a 40.000 manifestantes (ocho veces más que el año anterior).

Feminismo en España: el origen y evolución del 8M, desde 1978 a 2024

Se ve a una joven mostrando un cartel con el texto "Yo sí te creo". © Paco Freire/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

En el año 2018, la participación se disparó. Este aumento coincidió con la efervescencia mediática del caso de La Manada, que actuó como un catalizador de la indignación. La sentencia del caso, que calificó la agresión grupal como abuso sexual y no violación, generó indignación y llevó a miles de mujeres a las calles, clamando por el fin de la violencia machista y la discriminación. Fue durante este periodo cuando surgió la consigna "Hermana, yo sí te creo" y se popularizaron otras frases feministas.

Un año después, en 2019, la asistencia alcanzó niveles aún más masivos, con 375.000 personas participando en las manifestaciones de Madrid, según los datos proporcionados por la Delegación del Gobierno. Este año marcó el apogeo de la movilización feminista, convirtiéndose también en un hito para la participación ciudadana en España en general.

Tanto las manifestaciones de 2018 como las de 2019 se complementaron con una huelga de 24 horas, un paro que contó con la participación de entre 5 y 6 millones de personas en cada uno de los años. Este compromiso masivo reflejó la profunda fuerza que había adquirido la movilización feminista en la sociedad española.

Tras la pandemia, en 2023, se conmemoraron cinco años de esa huelga pionera, un hito en la historia del feminismo español. Ese año, las diferencias en torno a la ley trans, la prostitución y la ley del 'solo sí es sí' dividieron al movimiento feminista en Madrid y otras ciudades, pero las convocantes desbordaron las calles, marcando el primer año tras la pandemia sin restricciones ni huelga feminista.

La huella del 8M: Logros y retos en la lucha feminista española

Manifestación por el Día Internacional de la Mujer en Madrid, 8 de marzo de 2019. © Adolfo Luján

¿Por qué es necesario el 8M?

Y este 2024 tenemos una nueva oportunidad para seguir denunciando la persistente desigualdad de género que permea nuestra sociedad. La necesidad de conmemorar este día va más allá de una mera celebración; representa la lucha continua por la igualdad, la justicia y el reconocimiento de los derechos de las mujeres en todos los rincones del mundo.

Este 8M es una nueva oportunidad para recordarnos a nosotros y nosotras que la igualdad de género no es solo un ideal, sino un imperativo moral, social y de cumplimiento con las obligaciones de derechos humanos. Es una jornada para rendir homenaje a las mujeres que han liderado y lideran la lucha por la igualdad, así como para inspirar a futuras generaciones a continuar este legado de empoderamiento.

En pleno siglo XXI, las mujeres siguen enfrentándose a barreras sistemáticas que limitan su participación plena y equitativa en la sociedad, además de que la desigualdad entre hombres y mujeres ha aumentado aún más debido a la pandemia y los confinamientos. Desde la discriminación en el ámbito laboral, hasta la violencia de género física, psicológica y sexual, así como la falta de representación en puestos de toma de decisiones... hay multitud de desafíos que exigen nuestra atención y acción colectiva, sobre todo en relación a las mujeres racializadas, en situación de discapacidad, mujeres lesbianas y mujeres trans, quienes ven aumentada su discriminación en todos los espacios, sufriendo mayores niveles de violencia.

En España, el camino hacia la igualdad de género ha sido largo y desafiante. Desde los primeros atisbos de cambio en 1975 hasta la vibrante lucha feminista de hoy en día, las mujeres españolas han demostrado (y seguimos demostrando) una resiliencia y resistencia impresionantes en la búsqueda de la igualdad. Junto con Amnistía Internacional, nos sumamos a este día tan emblemático con el fin de contribuir a construir un mundo en el que las mujeres no solo sean reconocidas, sino respetadas y valoradas por igual, independientemente de su raza o etnia, de su orientación sexual e identidad de género, de su edad o de su situación de discapacidad.

 

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