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Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Está buscando a su madre, pero no obtiene respuestas

¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 6.871 firmantes

Las firmas recogidas han sido entragadas a la Presidencia de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. No hemos logrado que el Parlamento apruebe la ley estatal sobre bebés robados, pero nos quedamos en una fase muy avanzada tras una continuado trabajo en alianza de años, y para la nueva legislatura lo seguiremos impulsando.

Continuaremos reclamando que se establezcan medidas que faciliten y apoyen los procesos de búsqueda de los niños/as que podrían haber sido víctimas de apropiación, desaparición forzada y/o sustitución de su identidad. Y cada firma habrá contribuido, como las gotas que caen sobre la piedra, abriendo paso hacia una victoria necesaria para los derechos humanos.

Petición antes del cierre

M. Z. nació en 1972. A los 11 años, sus padres le dijeron que era adoptada. Desde muy pequeña quiso saber sobre su identidad, pero por respeto a sus padres adoptivos no inició la búsqueda hasta que éstos murieron.

Su tía le contó que su madre adoptiva era estéril, y que durante tres días sus padres se fueron del pueblo sin avisar, y volvieron con M.Z., que era un bebé. Contaron que habían ido a El Escorial y que allí una mujer se acercó a ellos y les entregó a la bebé.  

Figura como hija biológica de sus padres adoptivos, aunque las pruebas de ADN lo desmienten, y tampoco hay ninguna documentación que que acredite su entrega  como hija adoptiva. "Vas a todos lados y te dicen ‘no, no, no’. Buscar, no puedo buscar ya más en más sitios. Pero nunca voy a perder la esperanza de poder encontrar". M.Z.

En 2011, se abrió una investigación sobre los hechos, que actualmente está cerrada. Entre otras razones, porque en la documentación del hospital no consta que naciera allí, y a pesar de constar la declaración de la tía de M.Z., que explicó que su madre adoptiva nunca estuvo embarazada.

El impacto negativo en su vida personal y familiar ha sido fuerte. Ha requerido de medicación para el estrés y la ansiedad. Su familia le ha pedido que no siga investigando, al ver cómo le afecta en su salud.

Yo lo que necesito son respuestas, de por qué se hacían las cosas así, de quien permitió que esto se hiciera así, y saber qué es lo que ha pasado. Y saber quién es mi madre, que al fin, lo que busco es eso

M.Z.

La historia de M.Z. no es la única. Hasta los años noventa y desde el final de la Guerra Civil, durante más de 50 años, miles de personas en España pudieron ser objeto de desaparición forzada, con sustitución y alteración de  sus identidades.

Estos miles de casos son los conocidos como bebés robados, a quienes se les han vulnerado el derecho a la protección de la vida familiar, donde se incluye el derecho a la identidad, a la nacionalidad, al nombre, y a las relaciones familiares.

La mayor parte de casos continúan en la impunidad, y la respuesta por parte del Estado a los procesos de búsqueda hasta ahora ha sido desinteresada, inadecuada e insuficiente. Esta falta de respuesta acrecienta un sufrimiento psicológico que alcanza el umbral de la tortura y otros malos tratos, según reconocen organismos internacionales de derechos humanos.

El Estado español debe adoptar medidas que den respuesta a los procesos de búsqueda en su totalidad y que proporcionen acompañamiento a las víctimas, garantizando acceso a la información, rendición de cuentas y apoyo jurídico y psicológico.

Firma para que el Parlamento apruebe una Ley sobre bebés robados.